ROL DEL DOCENTE EN EL
PROCESO DE FORMACIÓN INTEGRAL
El
rol del docente en el proceso de formación de los niños, niñas y jóvenes en los
actuales momento implica, reflexionar sobre su quehacer pedagógico y
desaprender los paradigmas que se han venido implementando, que no han
contribuido en la formación integral, ya que la estructuración de las
dimensiones del ser humano ha sido fragmentada, formar para la sociedad del
conocimiento exige, trabajar con las competencias que busquen la reflexión –
acción educativa que pretenda generar las condiciones pedagógicas esenciales
para facilitar dicha formación, para ser competentes y asumir los retos,
problemas de desarrollo personal, vida en sociedad, el equilibrio biológico, comunitarios,
económicos, políticos, religiosos, deportivos y ambientales en las cuales viven
las personas, implementando actividades formativas con sentido.
Las
competencias tienen múltiples definiciones, pero hay unos aspectos comunes a
todos ellos tales como:
Desempeños:
Articulan saberes, como el saber ser, saber hacer, saber conocer y saber
convivir.
Los
estándares curriculares, se emplean en nuestro país, para tener claridad donde
queremos llegar en calidad educativa, en donde estamos y cuan lejos nos
encontramos de la educación necesaria.
Los
estándares buscan brindar claridad de lo que se debe aprender en cada área y
grados, para orientar el trabajo de todos los actores involucrados en el
proceso de formación integral de las generaciones del presente y futuro de nuestra
sociedad.
Esto
es esencial, para determinar si están desarrollando las competencias necesarias
que les permita afrontar los retos y desafíos de la vida.
En
el enfoque socio formativo, es uno de los últimos enfoques que se han
desarrollado para orientar la comprensión, implementación, formación,
valoración y certificación de las
competencias en educación y en las organizaciones; este enfoque tiene en cuenta
el estudio de contexto, busca diseños de currículos mas integrativos, se basa
en estrategias didácticas que tienen cuenta los diferentes saberes de las
competencias y la valoración se basa en criterios y evidencias. Además,
le da mucha importancia al compromiso ético, y coloca este aspecto como eje
trasversal en la formación de competencias. En
este orden de ideas, la dinámica de los Directivos, docentes, padres de
familias y del estudiante, debe cambiar y asumir compromisos desde lo que nos
corresponde dentro de nuestro rol, no sin antes tener en cuenta el contexto
sociocultural donde esta inmersa las instituciones educativas, desde el punto
de vista como agentes educativos.

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